Si yo fuera tu novio



Ricardo Celma - La cautiva - (detalle 4)


Si yo fuera tu novio,
Cada palabra sería un mimo.
Cada encuentro sería un elogio a la libertad
y el abrazo una conexión energética.

Si yo fuera tu novio,
Pintaría el cielo de jazmines
para perfumar tu ser de amaneceres.
Escribiría estos versos en los días 
de resignación y tedio.
Y nadaríamos hasta el fondo del mar para renacer y poblarnos de luz.

Si yo fuera tu novio,
La rutina sería sepultada en la capital todas las tardes,
Las noches serían un carnaval y
las mañanas una fantasía.

Si yo fuera tu novio,
Militaría diariamente porque en
tu rostro permanezca una sonrisa.
Te haría el amor los días que lo solicites.
Y cada beso sería una invitación constante de goce y placer.

Si yo fuera tu novio,
Tendría una erección al sentir tu feromona natural.
Me abrigaría de tu calor corporal
cuando los cuerpos desnudos se unen en flujo y estado primario.

Si yo fuera tu novio,
Construiría castillos que dominen la paz y la armonía estética
para desatarnos.
Aprendería de ti todos mis carencias,
y contemplaría tu belleza para colmar el pecho de amor.

Si yo fuera tu novio,
Haría todo eso.
Pero lamentablemente no lo soy.

Renacer


 Mi hermana del Alma

Naciste con la pureza de los ángeles y santos,
como una luz infinita que derriba muros.
Para mirar con el talento de los payasos
desde la desnudez y profundidad de su ser.

La gracia humana del amor te propicio
la contemplación ensimismada,
Y hablaste 
para agitar su pulsión libre.
para liberar sus devenires.
para desatar complicidades con sus hermanos.

Naciste con la eternidad y belleza de las mujeres libertarias,
con el encanto de conquistar lo  sempiterno.
Y en la insurrección de la prosa
abrazaste la totalidad del universo.

Naciste con la espesura de los seres que persisten,
justo cuando en el desierto
el rocio invita a nacer una flor
Y hablaste
Para contemplar nuevos amaneceres.
Para besar y con tu saliva regar de amor la tierra.
Para hacerte hincha de Nacional.

Naciste para recibir el amor infinito del cosmo y su totalidad divina.

Elogio de la búsqueda

Le busco en el orgasmo que le devora un suspiro a la primavera,
en las noches de investigación surrealista.
En el dolor inmenso de lo finito.
En mi primer poema de amor.

Pero usted insiste en rodear de abrazos mi ser.

Le busco más allá de los rugidos del mar.
En el sol que alimenta revelaciones y
en la voz trágica del viento.

Pero usted insiste en besar mis lágrimas.

Le busco en el suntuoso escrito de las Odas de Horacio,
En el aprendizaje de la madre naturaleza.
En la interminable metamorfosis del hombre inacabado.

Pero usted insiste en susurrarme el mensaje del alba.

Le busco en el fuego visceral que nos fusiona.
En el aire puro que se dora por culpa de los líquenes.
En el agua que fisura la montaña con su paso.

Pero usted insiste en desanudar mis cicatrices de vidas lejanas.

Le busco en la alegría de una sonrisa
En el abrazo compartido de los seres libres
En la belleza construida a partir del amor puro.

Y esta búsqueda insiste como un grito demoledor.
Ya que mi mayor deseo es que usted sea feliz.

Ricardo Celma - Aparición