Sólo uno es, en el instante
y su esencia.
Ensimismado en mi musitar
Nace de lo vivido,
un silencio compartido para
liberarse de los miedos,
la palabra pura y sin
mediaciones,
la claridad de las manifestaciones
culturales que retratan nuestros personajes.
En conciencia,
lo transito inmerso y en
movimiento,
lo desbrozo;
de las injurias permanentes,
de los embates feroces del
ruido,
de la impunidad latente.
La brisa del intento se
expande en los rincones del cielo.
Para explicar que el goce
presagia una delectación sublime en la mar y mi ser.
Sólo existe movimiento y emoción,
una mirada humedecida de lágrimas
y la única certeza de que
siempre estuvo ahí.